Refl.-01-/-05-

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      A lo largo de la vida se suceden circunstancias que vamos afrontando según nuestras motivaciones, creencias y aprendizajes, resistiendo al ineludible fluir de la existencia. Estos artículos pretenden ser un granito en la búsqueda de los colores del Sendero, que aunque “no hace granero, ayuda al compañero”.
      En sucesivos artículos se nos sugerirá adentrarnos en ese compromiso de aventurarse en querer saber para llegar a comprender. Hay preguntas trascendentales que intentan encontrar sentido a la supervivencia, buscando poder anticiparse a los conflictos para evitar el dolor y el sufrimiento.
      Pueden resultar poco alentadoras las palabras de Napoleón Bonaparte cuando afirmaba: “Sólo hay dos palancas que muevan a los hombres: el miedo y el interés”. ¿Qué le impulsó a hacer tal afirmación?
      Se dice que buscar el placer y evitar el dolor son las dos motivaciones más importantes en el ser humano. Podemos preguntarnos por qué. La inclinación según qué momentos hacia una u otra tendencia depende de los paradigmas, arquetipos, filtros o creencias que determinan las prioridades y criterios de decisión en cada ser humano.
      En todas las culturas de la historia ha habido la recopilación de unos conocimientos genuinos para contrarrestar la fisiología de la supervivencia. Aceptar que somos únicamente animales restaría trascendencia a las decisiones.
      Un mundo atenazado por el “tanto tienes tanto vales” quiebra los valores que sustentan la convivencia.
      Resulta desalentador reconocer que los medicamentos más recetados sean los analgésicos y los antidepresivos y nos podemos preguntar por qué la  neurosis afecta cada vez más a nuestra sociedad.
      Las continuas contradicciones a las que nos enfrentamos sitúan al deseo como protagonista junto al inconformismo y la frustración que se derivan de no satisfacerlos.
      En el recorrido se hará alusión a los siete Principios Universales, leyes que aportan discernimiento y comprensión para situar en perspectiva la búsqueda de la Esencia.
      El conocimiento, aún con sus contradicciones, implica el compromiso de querer comprender para reverenciar la existencia.

 (Extractado del libro “Destellos hacia la consciencia” de Miguel Oller Gregori).

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      Al llegar a estas páginas has superado un pequeño obstáculo: aceptar el mundo de las causalidades. En el fluir del conocimiento sondear valores nos sitúa en la senda. A lo largo de tus aprendizajes se te han insinuado Principios, mensajes de sabios en el tiempo, paradojas… Has sorteado contradicciones, sugerencias, quimeras… afirmaciones y verdades cuestionables, pero al llegar adonde te encuentras parte de tus prejuicios han sido zarandeados ante tu consciente necesidad de seguir aprendiendo. En este recorrido dudas, incomprensión, reconsideraciones y vacilaciones te han perseguido, alentando tu determinación.
       
Parte del propósito de estas páginas se habrá cumplido si a través de su vuelo, ni la indiferencia ni los prejuicios te impiden seguir.
       
El lenguaje suele ir cargado de conceptos ligados a connotaciones, interpretaciones, imprecisiones… Las afirmaciones que se hacen no son “ex cátedra”, no son verdades absolutas pudiendo incluso que vulnerar o contradecir tus principios y conocimientos. En el recorrido hacia nuevos paradigmas harás objeciones múltiples que son necesarias para resituarte, quizá esperando dudosas revelaciones. La digestión puede ser lenta pero cada uno es su mejor mentor, si es consciente que su aprendizaje requiere como las olas del mar, mecerse, levantarse sobre su superficie dejándose llevar por la fuerza del viento, sabiendo que en el fluir reside la fuerza del propósito.
       
Las palabras suponen limitaciones al entendimiento, como decía anteriormente, porque el metalenguaje implícito discurre al compás de las expectativas, condicionando una lectura sesgada a saber por qué quimeras de la mente.
       
Es muy posible que la sabiduría no dé felicidad, pero es seguro que no la da si no eres poseedor de una brizna.
       
Somos empujados al aprendizaje para, siguiendo una espiral de conocimientos, ir ampliando el caudal de comprensión hacia el nosotros; hacia el reconocimiento de nuestra Esencia.
       
Todo final resulta, en el círculo de la Providencia, un comienzo, desplegado a nuevas perspectivas de conexión con la Esencia, extendiendo en toda dimensión un recorrido que  acerca sin duda hacia uno mismo, en la idea de que somos Uno y como únicos, integramos el Todo.

 (Extractado del libro “Destellos hacia la consciencia” de Miguel Oller Gregori).


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“De tal suerte atiende tan solo
al recto cumplimiento de la acción
y no a la recompensa
que de ella pudiera derivarse.
No te inquiete la esperanza del premio
pero no cedas tampoco a la inacción
a que suelen abandonarse
quienes han perdido toda esperanza
de recibir recompensa por sus acciones.
Permanece a igual distancia de los extremos
y cumple con tu deber
sin otra razón que el deber mismo,
sin reparar en si serán para ti buenas o malas
las consecuencias del cumplimiento.
Mantén la misma serenidad
en el éxito como en el fracaso.
Por importante que la recta acción
pueda parecer
ha de precederla el recto pensamiento,
porque sin el pensamiento
la acción no es consciente.
Por lo tanto refúgiate en la serenidad
del recto pensar,
pues quien fía su bienestar
a los resultados de la acción
pierde la dicha
y se vuelve miserable y descontento.”

Bhagavad Guita

 



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      Camina un poco alejándote del escenario de tu experiencia tratando de repensar, desaprendiendo. Procura encontrar el silencio que te permita conectar con todos sus cuerpos. Piensa que nuevas causalidades canalizan ignotas aventuras.

      Detente, mira al cielo, respira hondo, cierra los ojos y con toda tu atención puesta en nuevas enseñanzas podrás abrirte a la consciencia de saberte invitado a deleitarte con planeos sumergiéndote a una sutil “desiderata”.
       
“Compañero en el redescubrimiento: Respeto y cooperación. Que la magnitud de la existencia anime tu valía y voluntad. Somos Uno en el Todo. La vida puede resultar como una pelota, bota por la fuerza que le imprimes y por la elasticidad de sus elementos. Las decisiones abren, cierran oportunidades. Observa lo que te sucede, sé consciente de cómo lo percibes, porque tus pensamientos crean las realidades que vives. Eres parte de un Universo mental. Naciste sin alas, te brindaste a que te crecieran y debes aprender a volar sin ellas, porque los deseos sin perspectiva minaran tu libertad. La pre-ocupación nace de la desconfianza. Cree para poder ver. Posiblemente llegues a padecer males que nunca existirán. Aquello a lo que te resistes persiste. Las inquietudes que imaginas suelen hacer que pequeñas cosas te asusten con sus grandes sombras. Si quieres mantenerte alejado de la frustración desea cosas que dependan de ti. Ante posibles infortunios piensa que es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad. El propósito de la Vida te lleva a aprender para comprender y revelarte tu Esencia, reconociendo que eso que llamamos éxito consiste en vencer los reveses sin que el desánimo te turbe. Honra y agradece la existencia”.

      En esas palabras puedes reconocer la síntesis del mensaje de los muchos Guías, que te han aupado. Con el reconocimiento de su causalidad te invitan a integrarlas entre tus paradigmas, reconociendo la agudeza de la Providencia. El Universo mental, a través del sendero que recorres, te dice que la vida puede ser un sueño, pero lo importante es saber qué hacer con lo soñado.

(Extractado del libro “Destellos hacia la consciencia” de Miguel Oller Gregori).



-05-


      En estos momentos, tú, Caminante, eres poco consciente de tus propios pensamientos. Tus reflexiones intentan asirse al para qué, a lo que crees, qué es lo que conforma tu mundo.
       
“Lo más importante… no es saber dónde estás, sino hacia dónde vas”, recuerda Sócrates.
       
Recapacitas ante esas palabras. Significativo es saber dónde se está y hacia dónde se va, primordial por dónde y cómo. La meta es esencial, pero el caminar hacia ella determina un proceso con propósito. Comer es esencial pero cocinar puede resultar un gozo.
       
“Hay otros mundos, pero están en éste”, habrás oído decir. Aumentar el nivel de vibración significa abrirse a la posibilidad de explorar otros planos, paradigmas con otros preceptos, para asirse a alternativas.
       
Vuelves la mirada para ver tus huellas. Tus sentidos parecen satisfechos. Nuevamente contemplas tus pensamientos y ratificas que para descubrir insólitos horizontes es innecesario desplazarse en busca de otros lugares, simplemente se trata, puedes pensar, de mirar con ojos diferentes. Determinar buenas o malas hierbas, grande o pequeño es una forma de percibir, comparando.
       
El enigma de explorar los recovecos de la consciencia (saber qué hacer por qué y para qué) te empuja a deshacer la madeja, sacando hilo para hacer ovillo. Estás empezando a vislumbrar la causalidad que te retiene.
       
“No es más rico el que más tiene, sino el que menos desea”, habrás escuchado. Dudas sobre qué pensamientos son tuyos y cuales sugeridos. Seguramente en tus recuerdos consta aquella vez que corrías en dirección contraria a donde querías ir ¿para qué?  Aunque el proceder parecía fuera de toda lógica, la sabiduría es centinela de la inconsciencia. La respuesta: “a veces lo que quiero me resulta inconveniente, por si acaso me alejo, pero… para coger carrerilla”, puede ser una alternativa. La causalidad vela.
       
Probablemente tienes presente la educación recibida durante años. La podrías resumir imaginando a un jumento con sus orejeras, haciendo girar una noria. Te han ofrecido muletas, ‘para caminar mejor’ te decían, sin estar cojo. Te brindaban lo “mejor”, con la esperanza de alcanzar el bienestar, sin saber qué es el Bien. Con toda su buena intención la escuela, la religión, la sociedad… se encargaban de quitarte las plumas, imposibilitándote levantar el vuelo. Querrías volar, permitir que te crecieran las alas, pero otros intereses te reprimían, aceptando que elevarse podía resultar peligroso. El temor y la culpa aprendidos, son pilares que dificultan el soñar y hacen desconfiar del despertar.
              “Todo lo que buscas… está… al otro lado.”


(Extractado del libro “Destellos hacia la consciencia” de Miguel Oller Gregori).


 

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