Sintonías:

En el campo de las ondas, la sintonía es la conexión con una misma frecuencia. “Sintonías” representa, a través de las espirales, la interconexión necesaria que existe en diversos ámbitos y en distintas circunstancias. El fondo más oscuro representa un equilibrio necesario del cual no siempre se es consciente, de ahí esa opacidad en vez de transparencia. Elevándose en cualquier dirección esas espirales buscan la conexión que determina estar en sintonía en cualquier faceta. Todo es Uno. Forzosamente tiende al entendimiento a esa conexión a diversos niveles, tanto en los mundos visibles como en los invisibles. El equilibrio, la armonía son determinantes para establecer esa interconexión. En los extremos acechan formas irregulares tratando de evitar la necesaria sintonía. Fuerzas que estiran hacia otro nivel, para que en todo momento el equilibrio por contrapartida de fuerzas sea el protagonista de la Existencia, del Universo. Nada escapa a los principios universales.

Rey Midas:

Imprimiendo un cierto dinamismo “Rey Midas” quiere hacer referencia al mítico rey que en un momento de poder deseó que todo lo que tocara se convirtiera en oro, objeto de su pasión. Las formas irregulares amarillas representan, queriendo dominar el espacio, los deseos. A igual que ellos, imprecisos, distintos en fuerza y tamaño. Arriba y abajo dos esferas representan el equilibrio necesario para que esos deseos no se extravíen convirtiéndose en meras quimeras, que más que ayudad, destruyen. El rey Midas sólo comenzó a hacerse consciente de su deseo cuando éste empezó a revelarle las consecuencias. En la parte superior la silueta de unas aves representa el vuelo de las ideas, insinuando un rumbo a seguir. El desapego necesario a los deseos es ese rumbo. No obstante la mayor parte del dibujo está ocupada por esas figuras irregulares amarillas, los deseos otorgándoles un inmerecido protagonismo. El rey Midas es un ejemplo para alertar de deseos fuera de control.