Audio-14-"Pensando con luz"

Audio-14-

"Pensando con luz"

PENSANDO CON LUZ

 

      "Somos Seres de Luz", se dice. Iluminar, no deslumbrar, sería el objetivo, en lo que a pensar se refiere. "Mejor encender una vela, que preocuparse por la oscuridad", podríamos resumir; eso correspondería a "pensar con luz".

      Pensar como luz es la oportunidad de desasirse de dicotomías limitantes: pienso para iluminar o iluminarme ¿o para oscurecerme y oscurecer? Es focalizar la iluminación, sin desestimar la oscuridad. Es aceptar que un foco de luz arroja una sombra, pero no al revés.

      Decimos que tememos a lo desconocido y procuramos evitarlo. Pensando con luz, lo que se desconoce no debería perturbar. En el momento en que se elucubra sobre cómo podría repercutirnos eso desconocido ya entra en el plano de lo conocido. Lo que subyuga es la incertidumbre, la confusión, lo que nos desborda, por falta de recursos para abordarlo. Parte del pensar en luz o con luz requiere alumbrar. Es desapego, es desaprender, es incidir en la comprensión.

      Una vez un señor de la ciudad de turismo por el campo puso la atención en dos sembrados, de la misma extensión, uno de plantas con flores blancas y el otro con flores amarillas. Estando el labrador realizando las tareas propias, se acercó el visitante y para satisfacer la curiosidad le preguntó.

          ─¿Cuántas plantas habrá aquí?

          ─¿De cuáles, amarillas o blancas?

          ─ No sé. De las blancas.

          ─ Pues, unas 3.000.

          ─¿Y de las amarillas?

          ─Pues… también.

          ─¿Cuánto tardan en dar flores?

          ─¿Cuáles, las amarillas o las blancas?

          ─ Las de flor amarilla.

          ─ Unos cinco meses.

          ─¿Y las blancas?

          ─Pues… también.

          ──Y cada cuánto se recogen?

          ─Cuáles, las amarillas o las blancas?

          ─No sé… las blancas.

          ─Una vez a la semana, cuando abren,

          ─¿Y entonces las amarillas? preguntó nuevamente, cada vez más intrigado.

          ─Pues sí, también.

          ─Oiga, si luego es lo mismo ¿por qué me hace distinción entre amarillas y blancas?

          ─Es que da la casualidad que el campo de las amarillas es el mío.

          ─¿Y entonces el de las blancas?

          ─¡Pues… también!

      La lógica de lo absurdo llega a hacer tambalear los principios más básicos del entendimiento. Las motivaciones y prioridades abonan el terreno para iluminar, ser iluminado o iluminar siendo iluminado y llegar a comprender.

      ¿Qué derroteros surcan las creencias y dogmatismos para no pensar con luz? El propósito no suele ser tan loable como para que justifique cualquier decisión.

 

 

   

"Una oruga que busca conocerse a sí misma

 nunca se convertirá en mariposa".

André Gide


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