Percepción

Percepción

"Lo que pensamos modifica

 la percepción de lo que vemos."

Alejandro Jodorowsky

(Imagen creada por los autores de la web)

─Amuyuni, imagino el mundo, no lo veo.

─El viejo aforismo: “No vemos el mundo como es, sino como somos nosotros”, ha empezado a desvelársete.

─El mundo de la ilusión. Pero ¿Cómo se revierte el proceso? ¿Cómo puedo comerle terreno a la ilusión?

─Nos podemos perder en palabras, porque resulta artificioso saber qué es la imaginación, qué la ilusión. Hemos de partir de que nosotros generamos nuestras formas de mirar, y según como miramos, vemos. Como el eco, según lo emitido se oye.

─¿Y cómo podemos cambiar nuestra forma de mirar?

─¿Estás hablando de cómo adquirir consciencia de lo que deseas mirar y por qué?

─Yo sé que mis deseos, temores, apetencias… me hacen ver lo que ansío. ¿Debería ser consciente de qué deseo y por qué?

─Sería un buen comienzo. Seguimos unos hábitos y rutinas que desembocan en hacer apreciaciones sesgadas en función de nuestros “intereses” y no son objetivos, sólo muestran un sendero en el bosque.

─¿Por qué comienzo a cuestionar ahora la validez de lo que observo?

─Todo lo que miras con atención lleva su propósito. Miles de estrategias te han querido salvaguardar la integridad. No son objetivas. Se mueven itinerantes a través de viejas pautas, que derivan en comportamientos. Ser consciente de ellos te acerca a su intención. No es el hecho lo que importa, sino el hábito.

─¿La inconsciencia es la raíz de la distorsión?

─La atención es caprichosa. La realidad poliédrica. Buscamos argumentos para justificar nuestros actos y de esa manera eludir responsabilidades. Cuando nos hacemos conscientes de esas tretas es porque ya comienzan a oxidarse.

─Pero ¿una mentira no tapa a otra? ¿Y por eso nos vemos metidos en las ilusiones?

─No podemos olvidar la intención positiva de cualquier manifestación de nuestra atención. Busca establecer seguridades, verdades, realidades asumibles. Por eso se racionalizan los mayores pecados. Todo es justificable, opinable, discutible… y por ello nos perdemos en el camino de las incoherencias, inconsistencias, incertidumbres.

─¿Debo seguir indagando?

─Has abierto la puerta para que corra el aire. Déjalo que discurra, que ventile, que limpie el ambiente. No hace falta que soples para ayudarle.

─Creo que nos imponemos limitaciones. Nos enfundamos en armaduras…

─Se consciente de tu respiración. La paciencia te llevará a encontrar la llave. Aunque ahora ya intuyes que la puerta está abierta.

      La paciencia y la quietud son soportes para el desaprender.

      ¿Cuántas caras constituyen la verdad?


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