Educ.-06-/-10-

Educ.-06-/-10-

-06-

“Nunca me siento mal
por causa de alguien o de algo.
Ellos no crean mis pensamientos.
Yo los creo.
Si me siento mal
es porque yo mismo me siento perturbado.”
Ken O’Donnell


       Entraba a clase con cara de pocos amigos. Tenía que protegerse… porque los alumnos... Vociferaba, recriminaba, amenazaba, satirizaba y descalificaba... Eran “armas” de las que no era consciente. Aunque la primera intención era defenderse, no dejaban de ser una agresión.
      Inconscientemente, sus temores de no poder controlar la situación eran proyectados y le generaban inseguridad, levantando sistemáticamente la pantalla defensiva del autoritarismo. Apenas aceptaba el que se la contrariara. Debía mantenerse firme... Nunca aceptaba el haberse equivocado. No podía dejar ningún argumento a la improvisación, queriendo tener el control de cualquier situación. Se mantenía a la defensiva. Su autoestima llevaba la creencia de que levantando encumbradas almenas ante los demás, se autoprotegía; tosca armadura que más que defensa era estorbo.
      Un día tuvo... un sueño: La escena mostraba a una niña temerosa, ante una madre imperativa, poco afectuosa y un padre poco abierto al diálogo, buscando culpables externos a sus infortunios, descargando casi siempre en ella su descontento. La providencia quiso que el mensaje le llegara: Sus creencias eran modelos aprendidos... susceptibles de cambio. Sus valores comenzaron a cambiar. Empezó a tratarse con comprensión y estima, recordando ante cada contrariedad las palabras de un sabio llamado R. Tagore: “Las estrellas no tienen miedo de parecer luciérnagas.”



-07-

“No son las circunstancias
 sino el espíritu con el que las afrontamos
 lo que conforma nuestro bienestar.”
 Elizabeth King

   
      Relataba una día la profesora a sus alumnos, ofreciéndoles una degustación de los potenciales a los que un espíritu abierto puede acceder: “Se cuenta que Esopo, el célebre fabulista griego, sacó de un buen apuro a su amo Xanto, que en brazos de Baco, poco consciente de sus actos y en un trance de clara euforia, apostó su casa a que sería capaz de beberse toda el agua del mar.
      Cuando la inconsciencia del alcohol le permitió ser él de nuevo, se dio cuenta del aprieto en que se encontraba y pidió consejo a su sabio esclavo Esopo, el cual aceptó acompañarle y hablar en su defensa a orillas del mar.
      Llegados los apostantes al lugar de la prueba, Esopo tomó la palabra, siendo consciente del poder de ésta y de la inspiración de saber que el más fuerte era quien de más opciones disponía:
    —¿Qué apostó que bebería mi amo? —les dijo.
    —Toda el agua del mar —le contestaron.
    —¿Y el agua de los ríos?
    —No, solamente la del mar.
    —Pues cerrad todos los ríos que desemboquen en el mar y cuando así sea, mi dueño no tendrá ningún inconveniente en bebérsela.
      La oponente parte apostante reconoció la justa y conveniente solicitud, teniendo a bien admitir que, vistas así las cosas, no podía darse por concluida la apuesta.”
      Mente abierta, mentalismo, palpitaciones de conexión con la sabiduría.

“El hombre es lo que cree.”
Anton Chejov




-08-

“Lo que un hombre piensa de sí mismo,
esto es lo que determina,
o más bien indica, su destino.”
H. D. Thoreau


      Conversando un día sobre la edad que tenían y que llevaban en la profesión (ambas pasaban los cincuenta) una preguntó, como quien espera una afirmación rotunda: —¿Te gustaría volver a tener veintiún años, como cuando empezaste?
      La otra, aunque sin pensar hubiese dado una respuesta afirmativa, cerró los ojos un eterno instante para comunicarse consigo misma y contestó: —Si fuera con lo que sé ahora... no. Y sin saber lo que sé... tampoco...
    —¿Cómo es posible? Con los conocimientos adquiridos durante treinta años podrías ayudar mucho y disfrutar con lo que hicieras, porque tendrías mayor comprensión...
    —Bien pudiera ser... si mi camino fuera rescribir mi historia. Lo primero que me ha venido a la mente, que no al corazón, ha sido la compensación que me otorgaría, los placeres que me regalaría, los desquites que equilibrarían mis vagos resentimientos, los nuevos temores que me asaltarían. Me resultaría difícil sustraerme a la vanidad y al orgullo... Valoro que mis aprendizajes están más en la aceptación del presente que en la especulación de sentimientos que hubiera podido o deseado cambiar. Siempre hay, privilegio de la libertad, infinitas nuevas oportunidades en cada presente.
      Un silencio de comprensión y escucha interior marcó un proceso de reflexión. La Vida propiciaba caminos nuevos para no tener que depender de espejismos.



-09-

“Todo lo que hay en nuestra vida,
 cada experiencia y cada relación,
 es un reflejo de la pauta mental
 que está en funcionamiento
 dentro de nosotros.”
 Louise L. Hay

      Cuando surgían conflictos en clase que degeneraban en violencia, el profesor recordaba a sus alumnos que el más fuerte no era el que más usaba de la fuerza física, sino el que de más opciones de solución disponía: Contaban —les decía— hace algún tiempo, cuando los ciegos se ganaban la vida pidiendo limosna por los pueblos, había uno que destacaba, y era recordado por su ingenio.
      Para no llevar encima lo recaudado y evitar ser objeto de robo, se decía que a veces escondía su “fortuna.” No obstante por mucha cautela que dispusiera, le invadía la incertidumbre de si alguien le habría espiado. Sus temores se vieron confirmados cuando al buscar en el escondrijo al día siguiente, sus caudales habían huido, engrosando otro bolsillo. Una punzada de rabia le invadió. Por fortuna la falta de un sentido lo había compensado con otro: el sentido común para afrontar una solución. Su lucidez le ofreció una alternativa: Volvería por las calles sembrando un mensaje con una canción:
   —Cien duros tengo en un agujero, y cien más que pondré, doscientos. ¿Quién será más afortunado?
      El mensaje llegó a oídos del ladrón. Su codicia hizo el resto: devolvió lo sustraído, tan pronto le fue posible, con la esperanza de doblar el capital. La estratagema había surtido efecto y el invidente recuperó su tesoro.
      ¿Quién era el ciego realmente?
      Todo problema implica solución.
      Universo mental.



-10-

“Tu pensamiento te llevará a tu destino”
 Prov. hindú


      Había veces que había adquirido el compromiso de sopesar, valorar un rendimiento... corregir.
      Cuando quería hacer partícipes a sus alumnos de la  evaluación de sus potenciales, planeaba los cielos de los talentos naturales, para observar el conjunto, sin juzgar. La “letra” de sus alumnos no era buena, ni mala. Había patrones de referencia, pero eran indicativos de la personalidad, las inquietudes, ecos en el despertar de la consciencia... Los ritmos de aprendizaje eran demandas del Ser. Por ello procuraba evadir todo atisbo limitante de etiquetar (bien, regular, mal, aprobado, suspendido, notable...). Su misión era rescatar y abrir en sus alumnos esos canales que emanaban mensajes de pasado y de futuro; haciéndoles partícipes del presente, conscientes de una responsabilidad consigo mismos al saborear un conocimiento de sus potencialidades.
      Cada descubrimiento era un acercamiento mutuo a reconocer y manifestar nuevos recursos, que les enriquecieran mutuamente. Como una observadora con desapego, era capaz de canalizar energías, reconocer alternativas, otorgar opciones, atender demandas del cuerpo físico, emocional, mental o espiritual, porque estaba abierta a... la conexión con el Universo Mental.
      Era consciente descubridora de que todos venían con unas capacidades que había que potenciar, canalizar y estimular, con la expectativa de un despertar hacia la coherencia, porque al enseñar a menudo se aprende.




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