Confrontación

Confrontación

“Los brujos han desenmascarado la arrogancia,

y han encontrado que se trataba de

autocompasión disfrazada”

Carlos Castaneda

(Imagen creada por los autores de la web)

─Amuyuni, los enfrentamientos me hacen sentir mal. ¿Tienes algún consejo?

─Decía François de la Rochefoucauld: "Es necesario tener tanta discreción para dar consejos como docilidad para recibirlos."

 ─Me meto en discusiones que no son mías y en debates que no me corresponden. ¿Para qué?

─¿De qué tratas de defenderte? Una sentencia anónima apuntaba: "Afirmo sin reservas las cosas más discutibles y me hace mucha gracia que los otros me crean dispuesto a defenderlas." No sé si éste tu caso.

─Quizás arranquen de un ensombrecido espíritu de contradicción, falso orgullo…

─Confrontación, adversario, ofensa, pelea, afrenta, disputa, discusión… son hermanas de una misma madre: la arrogancia. No aceptar que somos Uno.

─No entiendo…

─¿Dónde radica el origen de la disconformidad? ¿Qué justifica la envidia? No es necesario que contestes.

─Disconformidad… envidia… temor…

─Enfoque. Joaquín Ruano decía: “Sólo existe el ladrón porque hay alguien que se cree dueño de algo”. No son las cosas, sino cómo las vemos lo que determina nuestra actitud, nuestra creencia. Antes de enfocar, habría que aprender también a desenfocar.

─Estoy confuso. No acabo…

─Dime de qué presumes si deseas la paz y te preparas para la guerra.

      Asestar una afirmación de tal calibre genera perplejidad. Su interlocutor no supo qué responder y Amuyuni continuó tratando de delimitar los enfrentamientos que genera la desconfianza.

 ─Buena parte de nuestro aprendizaje está en el despertar, en quitar los velos que impiden ver con claridad lo que se nos quiere mostrar.

─¿Entonces?

─¿Cuál es la esencia del malestar? Sólo está en tu forma de percibir y apreciar. Aunque a veces driblemos serias batallas contra nosotros mismos, el objetivo no es la victoria. Es la comprensión.

      ¡Cuántas veces discutimos no por esclarecer la verdad, sino por atestiguar que tenemos razón. Es bueno retirarse al silencio, cuando se necesita buena compañía. Mirar con demasiado recelo afuera impide el despertar de adentro.

      ¿Cuántos pasos te alejan de ti mismo?


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