COHERENCIA CON LO PENSADO

      Insistiendo en la facultad de pensamiento, la capacidad de formar ideas y representaciones de la realidad en el cerebro y relacionando unas con otras, incidimos en el proceso "mental" que permite hacer frente al mundo circundante, estableciendo objetivos y planes a través de los deseos. Ante estas dos perspectivas lo pensado no implica coherencia, aunque se sobreentiende implícitamente. Resulta frustrante que no sea así, porque la lógica que establece esos procesos utiliza las creencias, credos y arquetipos como soporte para sujetar las prioridades, que no en todo caso es la misma. Lo que puede ser lógico para alguien no tiene necesariamente que ser para todos. Ahí se establece la lógica oculta, que subyace en el subconsciente. No obstante los mamíferos también tienen procesos de pensamiento, sueñan… incluso otros animales primarios sin localización de cerebro también toman decisiones y establecen prioridades. El ser humano se dice que es un animal racional, pero ¿dónde radica la frontera entre lo racional y lo que no lo es?

      Se cuenta, entre las anécdotas del filósofo Wittgenstein,  muy proclive a la discusión, que un día se encontraba esperando el tren con una colega. En el entreacto, ambos se enredaron en una discusión filosófica, hasta tal punto subyugante que no se dieron cuenta que había llegado su tren y tampoco que al momento comenzaba a marcharse. Wittgenstein se percató de la situación e instintivamente comenzó a correr para darle alcance, con su colega, pocos metros detrás, a la zaga. El primero consiguió llegar y subirse y desde el escalón de acceso apremiaba a la colega, que, a pesar del esfuerzo en la carrera, no lo consiguió. Al observar lo ocurrido y la cara de contrariedad de la mujer, un mozo que estaba en la estación trató de consolarla afirmándole que en pocos minutos llegaría otro tren y podría abordarlo. Ella resignada le puntualizó que en realidad lo increíble era que su compañero sólo había acudido a la estación para despedirla.

      Un chiste decía: Mi psicólogo me dijo, ante la frustración, el enfado, rabia que sentía por las malas acciones de conocidos: "Escribe cartas a las personas que odias, y luego las quemas". Al preguntarme, varios días después, yo le contesté que ya lo había hecho, pero ahora no sabía qué hacer con las cartas.

      Congruencia de pensamiento, y acción.

      Se calcula que a lo largo de un día la persona puede tener varios miles de pensamientos, o ideas. Una gran parte se dan de manera inconsciente, pura rutina de la maquinaria. Otras estimaciones afirman concretando un poco más que suelen ser unos 60.000; probablemente casi la mitad son pensamientos neutros, del resto, más de la mitad son negativos. Tomando estos datos como referencia es fácil deducir el balance. ¿Cómo se puede controlar tal volumen de energía? ¿Cómo hacerse conscientes de tal despliegue? ¿Se puede hablar de coherencia ante tal abordaje?

"Tu cuerpo entero,

de un extremo del ala al otro (…)

 no es más que tu propio pensamiento,

 en una forma que puedes ver.

Rompe las cadenas de tu pensamiento

 y romperás las cadenas de tu cuerpo."

Richard Bach ("Juan Salvador Gaviota")