"Invitando al despertar" es una reconsideración a sintonizar con la intuición a través de los caligramas, aforismos, citas y frases, con la intención de hacer un llamamiento a las actitudes que sustentan y configuran los comportamientos y estados afectivos o emocionales. La inconsistencia de las creencias que distorsionan emociones equilibradas conlleva a los desequilibrios que nos inducen al malestar, arropados por la culpa, la crítica y el prejuicio. Uno de los pilares que sostienen nuestros comportamientos es la consciencia con la que se arropan, para afrontar las decisiones y sus consecuencias. Las fugas de poder, derivadas de los actos de libertad, mal enfocada, conforman una densa alienación. El despertar es un suave empujón del Alma para filtrar criterios y prioridades de los deseos, en los que sustentamos nuestros actos. La forma de mirar, ayudada por los caligramas, es un guiño para comprender, es el principio pedagógico que motiva cada página, cuya finalidad es ayudar en la difícil tarea de desasirse del sonambulismo autoimpuesto.

      A través del lenguaje simbólico, mediante caligramas, aforismos y metáforas. Amuyuni, nuestra personalidad, como ser de luz pensante y consciente entronca mensajes, comentarios, reflexiones, a manera de invitación a ese despertar de la consciencia hacia el encuentro del "conócete". Es un guiño a adentrarse en la búsqueda de una conciencia más elevada a través de las sensaciones, estados efectivos, emociones, sentimientos, afectos, hábitos, comportamientos y actitudes. Sus palabras buscan traer a la consciencia determinados procesos de pensamiento, refundidos en creencias, paradigmas y arquetipos, que empujan a una forma alienada, encorsetada de "ser".

      A través de esos esbozos metafóricos instiga a tamizar creencias que no se sostienen, que no sirven al propósito del despertar consciente hacia una nueva dimensión del pensamiento. Intenta, a través de la imagen y la palabra, suscitar una llamada a desenfocar hábitos, rutinas, tratando de ofrecer una sutil provocación a la indiferencia.

      Amuyuni se sumerge en sus contradicciones, preparando el camino de la impecabilidad. Está inmerso entre esperanzas y desánimos, entre logros y contrariedades, arropado con temores y prejuicios. A través del juego mental alegórico establece parámetros flexibles de referencia. No hay expectativa, cada cual es su mejor maestro-aprendiz.

      Amuyuni, centro de atención, en lenguaje aymara significa consciencia, inteligencia, darse cuenta del por qué, para qué y cómo, en un intento de aproximarse a su Esencia.

      A través de la palabra, sin mucha explicación, sugiere, exhorta, insinúa apreciaciones a la reconsideración.

      Nuestras decisiones enmarcan consecuencias. Éstas son el eco de nuestros pensamientos y actitudes. Todo un ejército de estados afectivos prontos a ser probados en batalla, sin confrontación, ni lucha. Un reto, una disposición hacia la apertura. Toda consideración es un peregrinar a la toma de consciencia, puliendo emociones, tratando de equilibrar balanza entre la distracción y el conocimiento.

      Cada frase, cada consideración pretende un acercamiento al reconocimiento del sendero del Espíritu. Nuestro caminar, flotar, reptar, volar, determinan la libertad para movernos entre polaridades: bien-mal, salud-enfermedad, fortuna-infortunio… Una exhortación al entendimiento para ganar en comprensión, utilizando la intuición para que resplandezca esa verdad poliédrica a la que nos aferramos. La fiel voluntad del respeto y la entrega al compromiso consigo traza la vereda, atajo… aunque no hay camino. Volar o caminar son opciones a la decisión personal e intransferible del escepticismo como punto de partida. Independientemente del logro siempre estará el paisaje que acompaña al viajero.