El "Abecedario del Alma" apunta a una toma de consciencia de las creencias, detonantes de las actitudes y comportamientos. Nos adentra en percatarse de los estados afectivos, especialmente los "negativos", como foco del dolor y la enfermedad. Potenciar las emociones "positivas" apercibe a evitar perderse en el camino. La anatomía de los estados afectivos nos adentra en el peso de las decisiones impulsadas por los deseos. El propósito de nuestras creencias es trascender las emociones limitantes, hacia el camino de la impecabilidad y por ende de la salud. A lo largo de las encarnaciones y su catarsis pulimos la incidencia de los sentimientos y se van equilibrando percepciones, actitudes, hábitos y temperamento en pos de una afectividad sustentada por valores, siguiendo la estela de la Esencia. Hacerse conscientes del calado de mundo emocional es destilar un desaprender, para despertar la Salud.