─Amuyuni ¿Qué puedo hacer para evitar enfadarme? Enojarme, sentir antipatía, aversión, odio, tirria, rabia, ira, rencor, resentimiento, ojeriza… Ya sabes.

─Ser en unidad.

─No entiendo.

─Serenidad.

─¿Sólo eso? ─le contesta sonriendo.

─Sí, eso es todo. Pero no puedo ayudarte.

─¿Ni siquiera un consejo?

─Puedes aplicar la séptima regla.

─¿Regla séptima de qué? ¿Qué dice? ¿Hay más reglas?

─No. Insinúa que la arrogancia te tiene atrapado.

─¿La arrogancia?

─Tiene muchas caras. ¿Por qué crees que te das tanta importancia para permitirte el lujo de enfadarte?

─No sé…

─Por ahí puedes empezar, por quitarte máscaras.

─¿Cómo?

─Resérvate todos los días momentos para distanciarte en el silencio. El "conócete a ti mismo" te reclama a tu interior.

─Pero…

─¿Conoces el laberinto de la catedral de Chartres?

─No…

─Averígualo. Si volvieras a nacer te las prometerías muy felices al pretender que no cometerías los mismos errores, pero te encargarías de cometer otros similares. Todo un mensaje para la serenidad ─concluyó, mientras le indicó con un gesto guardar silencio, y se dio la vuelta para darle tiempo a digerir una gragea de consciencia.

      ¿Qué verdades te zarandean?