Introducción "diálogos"

Introducción "diálogos"

      El “desaprender” es desempolvar creencias. Es ser consciente de tomar las riendas. Desaprender implica tomar una nueva conciencia. Es abrirse a la consciencia de las creencias instaladas. Desaprender es renunciar a hábitos de incierta relevancia. Es abrir los ojos para tratar de ver, evitando la ceguera mental. Desaprender es cuestionar “verdades”, es volar más allá de los arquetipos. Desaprender es levantarse al cielo, es renunciar al dogmatismo, es abrirse a la esencia de la existencia, al equilibrio. El desaprender nos sugiere la indefinición del vuelo de las ideas, del sentirse acariciado por el vuelo de sugerentes valores. El desaprender es una apuesta a dejarse balancear por revalorizar hábitos, a volar sin rumbo, sabiéndose dirigido más allá de las formas, convencionalismos y deseos. Desaprender es darse la oportunidad de sellar el compromiso de aceptar que la “verdad” es poliédrica.

      Los diálogos no establecen verdades, ni credos, ni dogmas. Son sólo atisbos de reflexión con uno mismo, aunque se refieran a una entente entre dos partes. El mensaje que debe transcender es que aunque se aparente separación entre quien pregunta y quien responde, en realidad es el Todo en el Uno quien se involucra, con el propósito de cuestionar, para desaprender, para ganar terreno a la ignorancia, a favor del entendimiento.


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